Debemos comenzar
hablando de que cuando se menciona a algo masivo, se está refiriendo a lo
popular. Es decir, relativo al pueblo. En una sociedad hay
varios grupos, unos organizados y otros desorganizados, estos últimos son los
que forman las masas. El término de fenómeno de masas es bastante ambiguo,
puesto que conlleva una denotación calificativa y también una valorativa de
carácter peyorativo. Existen algunos conceptos mal planteados en cuánto al
concepto de masa (desde lo clasista). Esta connotación peyorativa dice que masa
es la ausencia de orden. También cuando
hablan de ella se refieren a la muchedumbre, a la gente ignorante o inculta, mejor dicho, se ha convertido en una palabra utilizada para designar todo tipo
de fenómenos sociales.
Cuando nos referimos a masa hablamos de un grupo de individuos heterogéneo, variable en sus características, en sus necesidades, en sus intereses, mientras que cuando hablamos de público o audiencia indicamos un grupo que comparten cualidades y tienden a la homogeneidad. El rasgo característico de las sociedades de masas es que viven sumidas en el consumismo pues es la industria cultural la que nos impone que comprar y que no, que ver, que leer, que escuchar...a eso se le denomina cultura de masa.
La audiencia es un
público que está recibiendo el mensaje, está activo en el proceso. La masa y el
público son individuos susceptibles de convertirse en audiencia. La audiencia
es el público de los medios masivos de comunicación. Es el nombre colectivo que
reciben los receptores, estrechamente relacionados con los públicos y los
medios de comunicación. Cuando nos referimos a masa hablamos de un grupo de
individuos heterogéneo, variable en sus características, en sus necesidades, en
sus intereses, mientras que cuando hablamos de público o audiencia indicamos un
grupo que comparten cualidades y tienden a la homogeneidad. Podemos estar
refiriéndonos a un grupo elegido pero que tal vez no tiene disposición para
recibir el mensaje; al hablar de audiencia podemos estar hablando de personas
con mayor interés en la información.
Debemos tener claro
cuál concepto utilizamos y en qué contexto, y así evitar caer en connotaciones
peyorativas. Podemos avanzar que tal fenómeno resulta de la perversión de los procesos
de maduración y personalización del hombre, como individuo realmente inserto en
sociedad. Ya estamos en condiciones de ofrecer un concepto estricto de
masificación. Por tal se entiende el proceso en el que el individuo se añade
indiferenciadamente a una colectividad, debido a una debilidad de modo que
renuncia en grado máximo a su capacidad. Un mecanismo que se retroalimenta la
sociedad genera individuos cada vez más homogeneizados, más impersonales, mas
dependientes Sólo siendo personas podemos ser completamente fieles a las
sociedades que conformamos.
Está en nuestras
manos, como comunicadores, saber de qué forma hacer llegar nuestros mensajes,
de manera que no caigamos ni en términos peyorativos, ni convirtamos una
información en una masificación de forma negativa.
Como dice Omar Rincón
hemos pasado de ser homo sapiens a homo videns. Pasamos de ser una audiencia
pasiva a ser una audiencia activa, es decir, re significamos lo que vemos y
producimos nuevos significados. Ya no somos la audiencia que recibe la
información que nos envían sino que somos una audiencia con capacidad de
decisión de que se recibe.
Muy bueno!!!
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