“Hace 40 años, James E. Grunig planteaba un
modelo teórico que, con el tiempo, se convertiría en la teoría situacional de
los públicos. Este modelo, que trata de determinar el comportamiento
comunicativo de los individuos explicando, según su autor, por qué la gente se
comunica y cuándo es más probable que lo haga, es el método más complejo para
la identificación y segmentación de los públicos desarrollado en esta
disciplina y permite determinar cuándo es más probable que se produzcan
diversos efectos de la comunicación sobre dichos públicos.”
Grunig define el
público como un grupo de personas que, se enfrenta a un problema similar. Reconoce
que el problema existe y Se organiza para hacer algo al respecto.
A partir de esta
definición Grunig diferencia cuatro colectivos: Los no–públicos formados por
individuos que no cumplen ninguna de estas tres características; los públicos
latentes, integrados por individuos que se enfrentan a un problema similar pero
no lo detectan, están ahí pero no se ven. No saben que algo los afecta o los
beneficia; los públicos informados o conscientes, que están afectados por un
problema similar y reconocen su existencia, sin embargo, creen que para su
accionar hay restricciones y no actúan; y los públicos activos, que además de
estar afectados por el problema y reconocerlo hacen algo al respecto,
consideran que no tienen restricciones que impidan su accionar; gran capacidad
de acción.
Dado que los públicos
pueden afectar a las organizaciones es necesario identificarlos y estudiar sus
comportamientos comunicativos. Sin
embargo, para otros, la teoría continúa siendo válida, pero opinan que la
investigación que existe sobre ella es ya lo suficientemente amplia como para
darla por finalizada.
En síntesis, la
teoría demuestra que es más probable que un público desee comunicarse si un
problema le afecta, lo reconoce y siente que puede hacer algo al respecto, es
decir, si es un público activo. Sin embargo, los públicos activos suelen ser
muy críticos, por lo que también es importante comunicarse con los públicos
conscientes antes de que se conviertan en activos. Los no-públicos y públicos
latentes (aunque los últimos pueden ir evolucionando a medida que van
conociendo mejor un tema), rara vez se interesarán por problemas que no les
afecten y rara vez se comunicarán sobre ellos, por lo que no será necesario
invertir muchos recursos en tratar de comunicarse con ellos.
Grunig con esta
teoría convirtió el trabajo de tipificación de públicos en un nivel más
segmentado donde analiza las probabilidades de que se produzca la búsqueda o
procesado de información, así como diferentes efectos comunicativos, en cada
tipo de público. El autor demuestra que los públicos procesan información con
el doble de frecuencia de lo que la buscan y que ambas acciones son más
probables en los públicos con una conducta de enfrentamiento al problema y alta
implicación.
Los públicos activos
buscarán información en mayor medida que el resto y tendrán más probabilidades
de construir cogniciones y actitudes o de llevar a cabo algún tipo de cambio en
el comportamiento. Así, con esta predicción sobre la posibilidad de alcanzar
ciertos efectos según los públicos se completa el planteamiento de la teoría
situacional.
"Para pertenecer al público se requiere ser crítico, discutir y ser informado" Park.
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